13 noviembre, 2006

El ritual de la comida francesa

Comer y conversar en un ritual en la mesa francesa, no solo se disfruta comer sino también hablar. La cocina francesa, es considerada como la madre de la gastronomía.

La gran cocina francesa abre sus puertas a partir de la Revolución Francesa, los patés, las salsas, los quesos y la variedad de panes, comienzan a conquistar el mercado nacional e internacional.

Esta cocina europea defiende mucho la autenticidad de los productos regionales, dando receptividad también a la influencia de otras culturas gastronómicas, llamada la nouvelle cuisine, es simplemente la cocina novedosa, es conjugar lo dulce y salado, lo agrio y dulce, lo no graso y las especias.

Las plantas aromáticas juega un papel importante en la cocina francesa, la mantequilla es un signo decisivo en la mayoría de los platos. La cocina actual es mezclar lo rústico y refinado, revalorizar las verduras, es dar un toque chic a los alimentos tradicionales.

La base de esta cocina son los productos frescos y de calidad, la cocción breve, las salsas ligeras y reducidas, la cocción al vapor, de influencia china, las masas finas de Marruecos y Grecia, las especias de Oriente así como las pastas y risottos de Italia.

Si hablamos de vino, Francia encabeza junto a Italia la lista de países productores de vino con más de siete mil reservas y más de dieciocho mil denominación de origen, esto se debe a cuatro factores: la variedad de la cepa, el suelo, la pericia del viticultor y el clima, aunque sea aleatorio.

Los franceses son amantes a los restaurantes por ser lugares de reunión y conversación, es un ritual la entrada, el plato principal, queso, postre, té o café, este es el orden de la comida, acompañada por supuesto de buenos vinos, sentarse a la mesa es un placer.

Los franceses sienten fascinación por su cocina, pero también sienten curiosidad por la cocina del resto del mundo. Es una costumbre consumir quesos y vinos en las comidas.

A entrar a los supermercados, a los pequeños restaurantes o brasseries, se observan un abanico de platos listos para consumir y llevar, con influencia de otros países, es normal sentir los sabores del cilantro, jengibre, curry y azafrán.

La combinación de la cocina clásica y moderna, ha abierto masivamente la cocina al vacío, donde las personas podrán disfrutar de la frescura y el sabor de los alimentos con una calidad superior.

Empacar los alimentos al vacío, a bajas temperaturas, evita que el aire provoque oxidación, en los pescados, carnes y verduras. Con esta técnica, se conserva la calidad de los productos y los hace más digestivo, ya que se elimina el fenómeno de la fermentación, debido al aire.

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